“Volando”
Paso de una a otra, corro, salto, despego, vuelo, de nube en nube, como un ave desplego mis alas y me alejo de la tierra, ahora está distante, dejo atrás la comodidad dirigiéndome a la incertidumbre. Los edificios se transforman en manchas opacas, las carreteras se convierten en trazos irregulares mientras que los bosques le dan tonalidades de verdes a un cuadro de sueños que se va formando a mis pies, todo se ve borroso, alzo la mirada, ya basta de mirar atrás, vuelo hacia las nubes, acelero con tan solo pensarlo, vuelo a una velocidad increíble, alejada de toda lógica física o matemática, yo solo vuelo, ignorando todas las reglas e impedimentos, alcanzo una velocidad de ensueños, pronto alcanzaré las estrellas, pero no me olvidaré de las nubes, todo a su tiempo, paso entre ellas, me subo en una, paso a la otra, brinco a aquella, paso entre esas, son muchas, no me decido, salto, me acuesto en una, me escondo en otra, huelo el aroma del mar, de los océanos, de los ríos, de lagos, de charcos, me cuentan historias, pequeños relatos, grandes proezas, pequeños problemas, me dejan ver lo que ellas ven, lo que ellas vieron, lo que sintieron, lo que sienten, brinco de nuevo, no me quedaré en una sola, soy ambicioso, yo quiero todo o no quiero nada, conoceré todas, le pregunto a cada una, veo lo que cada una ve, pero aun así no me detengo, las vivo, las siento, y aun así sigo, la vida es corta, pero uno puede soñar que es larga, intentar estirarla, luchar por que sea duradera. Llego hasta una nube gris, me detengo, todo se detiene, por un momento pierdo las fuerzas para seguir, caigo en picada, como águila hacia su presa, como un rayo, con su fuerza, con su pasión, siento la energía que corre por mis venas, me siento listo de momento, me siento preparado para seguir adelante, despego con la velocidad del rayo, siento su fuerza, esa energía inagotable controla a mi espíritu, conmueve a mi alma, me motiva a seguir, a elevarme hasta los cielos, paso de largo las nubes con la única meta de alcanzar las estrellas, dejo atrás lo conocido, dejo a un lado lo insuperable, los colores, los sentidos, dejo atrás la realidad, llego a la total oscuridad, llego al limite final, me encuentro en la frontera del destino, la frontera de toda cordura, de todo lo catalogado como lógico, me encuentro en el limite de lo que es considerado real, el limite de lo cierto, el comienzo de lo incierto.
Con tan solo un paso finaliza, todo lo que creo, lo que soy, lo que creo ser, me decido, doy el paso necesario, me lleno del valor requerido, hago el trazo, se establece lo que es, se niega lo que no lo es, llego al campo de lo incierto con esa misma fuerza que me hizo levantarme, cruzo la frontera, la idea se acaba, muere, paso a la siguiente, el sujeto que voló, que soñó con volar, que alcanzó los cielos, que tocó las nubes, que cayó para luego recobrarse, aquel sujeto que despego como un rayo para alcanzar las estrellas. Aquí termina la historia de aquel desconocido que cruzó la frontera de lo cierto para llegar a las tierras de lo incierto, culminó su tarea, alcanzo su propósito, su sueño para que yo, el narrador, el escritor, el soñador, pudiera pasar a la siguiente hoja, terminar el capitulo, concluir su historia y seguir adelante, para así crear a otro ser, con historia propia, que pudiera soñar, luchar, vivir, como lo hizo él, aquél desconocido que sin su ayuda no podría proseguir, que con su ejemplo sabré saltar a la siguiente nube, caer como un rayo para así subir hasta lo más alto y romper toda frontera que me impida soñar.
"Se vale soñar, con de nube en nube brincar, y así poder vislumbrar lo que en verdad somos"
Mario Ovies Gage.
