jueves, 24 de febrero de 2011

"Columpiarse"

"Columpiarse"

Cruzó la calle, subió al columpio.

Columpio viejo, típico de parque.

Con los pies descalzos se impulsó, la arena se metió ente sus dedos.

Recuerdos que van y vienen, un vaivén, su cabello se mece, se columpia.

El chirrido del óxido, el viento en su rostro, como la caricia deseada.

Una sola persona se columpia, una sola.

Las hojas de los árboles se mecen, el viento las empuja.

Los pies toman vuelo, tocan la arena, se elevan.

Uñas delicadas, pintadas de color, se mezclan con la arena, la incontable arena.

Tomó vuelo, el chirrido sigue. Ella piensa, ella vuela.

Recuerda en el vaivén, viaja con el viento a la velocidad que se columpia.

Sueña con dar la vuelta, con esa falsa realidad.

Su mirada profunda, su mirada pérdida.

La noche disfraza su belleza, oculta sus temores, esconde sus tormentos.

Su cabello oculta el dolor de unos bellos ojos, una falsa sonrisa dibuja su rostro.

Una lágrima cae sobre la arena.

Otra la acompaña en su soledad.

Los fantasmas de la noche abandonan a la dama.

Una gigantesca sombra la acompaña, creada por un farol en la distancia.

El vaivén pierde fuerza, sus pies acarician la tierra.

Se detiene, descansa, respira.

La muchacha se levanta, es tarde, la luna sigue con su caminata nocturna. Una segunda lágrima en su rostro deja ver que todo sigue ahí. Un respiro fue, un descanso a un momento de dolor. Todo sigue en su lugar. Mañana volverá, a columpiarse en ese mismo lugar. Se impulsará y seguirá con su vaivén. Disfrutara del viento y de la soledad, disfrutando de un momento de paz, disfrutando del chirrido de un viejo columpio, bajo la luz de un farol en la distancia, mientras la luna, continúa con su ronda nocturna.


"La vida es un vaivén de ilusiones, de sueños,

la vida es un vaivén de columpio"

Mario Ovies Gage