sábado, 25 de julio de 2009

"Entre ideas"


"Entre ideas"



Remo de nuevo entre ideas, entre corrientes, tantas que no sé a dónde dirigirme, no sé por dónde empezar. Mi bote es frágil, pequeño, ligero. Surca entre mis ideas a una velocidad considerable, remo de un lado, remo del otro, paso de una idea a otra, de una en una, de dos en dos, sin en algún momento voltear y así mirar lo que he dejado atrás. Es un lago de aguas cristalinas, es un océano interminable, indomable, autoritario, intransigente. Conformado de ideas nuevas, de ideas viejas, de pensamientos largos, de pensamientos cortos, claros o confusos, de igual manera que a poca profundidad se puede observar una corriente brillante de sueños, y más halla, dónde la vista aun alcanza, en las profundidades donde la luz no llega, entre las sombras, en las garras de la obscuridad, se encuentran mis peores pesadillas, sin rumbo, sin sentido, sin orden, sumidas en el caos, llenas de temores, repletas de miedos y frustraciones, con bestias que me arrastran al olvido, a la perdición total.

Contemplo el extraño líquido desde mi bote, que en lugares es claro, en otros obscuro. Alzo la mirada, veo a lo lejos la tormenta, cientos de temores, de ideas, de pasiones, se arremolinan al ritmo de tambores, de truenos, de relámpagos, llueven pensamientos, el océano se transforma en un caballo sin jinete, la paz, la tranquilidad, la armonía se transforman en guerra, la vida en muerte, el amor en odio, todo lo que uno quiere se va, todo lo que uno teme llega. El mar de ideas se acelera con el sonar de los tambores de guerra, los truenos rugen con un ritmo sombrío, el pequeño bote se mueve de un lado a otro, de arriba abajo, me mareo ante tal movimiento, me mareo de ver tantas ideas, revolcándome, golpeándome, empapándome, me confundo, el sueño se transforma en una eterna pesadilla, las bestias de la noche salen, la razón se esfuma a la llegada de una ola de locura. Ahora es un mar de miedos, un océano de lamentos, de temores, el lago se ha transformado en una bestia enardecida, en un toro de rodeo, en un león de coliseo. Lejana esta ya la paz que me rodeaba, las olas me revuelvan, la muerte se esparce como un veneno sobre los mares, mis miedos me destrozan. Mi bote en su inútil intento por sobrevivir lo logra, la luz ya no esta tan distante, un orden perdido se encuentra a si mismo entre el caos desatado, las nubes se van, encuentro mi remo, mi esperanza, la fe extraviada, lo tomo, me pongo a remar, lo meto nuevamente en aguas, veo mis sueños pasar, mis ideas regresan del caos de sombras, las olas se transforman en una vaga turbulencia. Sigo remando, enérgicamente, de un lado, del otro, el bote se mueve, se desliza entre las aguas, mi mente ya se encuentra en su lugar, después de la tormenta, llega la paz.

Admiro mis sueños regados en aquellas aguas cristalinas, en el cielo las nubes pasan, dejando a sus pies extrañas figuras sobre el agua. Yo canto, tarareo, silbo, la alegría a retornado a mi, elaboro nuevas ideas, planeo, sueño de nuevo, ahora estoy repleto de ellos, siento un mareo repentino, me reclino a un costado, observo el agua cristalina, veo mi reflejo, contemplo su paz, me quedo maravillado ante mi porte. Me vuelvo a marear, abro la boca dejando fluir un nuevo chorro de ideas, el lago se rellena, el océano se a completa.

Una gaviota vuela a mi lado, me encuentro agotado, cansado, exhausto, ella vuela como si nada, disfruta de las corrientes, observa la inmensidad del mar. La veo pasar de un lado a otro, busca algo, un pez, la veo lanzarse, lo coge, ahora es un pescado, uno azul, tan transparente como las aguas en las que vivía, era pequeño, un pez de recuerdos, viejos recuerdos que el ave hace suyos al llevarlos a su hogar en alguna costa lejana, pienso en mi hogar, ahora distante, ajeno a mi, inalcanzable para mi bote y sus remos, intransitable para este océano de ideas, este mar de pensamientos, este lago de sueños, ahora temo ante tal posibilidad, ante tal realidad, lloro por ello, me frustro ante tal impedimento. Me reclino de nuevo, estoy mareado, escupo un nuevo chorro, obscuro, lleno de temores, una nueva pesadilla. Intento aclarar mi mente, veo pequeños pececillos nadar en mi reflejo, turbando con pequeños movimientos circulares mi imagen, colorida pero poco clara.

Sueño de nuevo con un día volver, la tormenta me a dejado melancólico, soñador, idealista, sueño con un mundo donde la gente no escupe sus ideas, si no que por el contrario, se las guarda, las piensa, las medita, las comparte. Sueño con un mundo donde pudiese escribir en lugar de escupir. De nuevo me reclino derramando estos nuevos pensamientos, son cálidos, nutritivos, los peces devoran este nuevo liquido, engordan, se hunden ante el peso del conocimiento, ante esta posibilidad, es demasiado para ellos, se van al fondo, se sumen en la obscuridad. Veo tal suceso, me rió, es gracioso el hecho de pensar que necesitasen otro alimento que no fuese el pensamiento en si, agarro mi remo, prosigo con la eterna labor de remar hacia el horizonte, el próximo, o el lejano, yo sigo remando. Suelto una carcajada, me guardo mis ideas ante las nuevas ganas de escupirlas, me las trago, las disfruto, sacian mi sed, esta no la escupiré, me la guardare para el camino, el chorro de imágenes inunda mi cuerpo, ahora el también se ríe, se estremece, me hace sonreír. Soñare, soñare mientras remo con ese mundo donde la gente escribe lo que piensa en lugar de escupirlo.

-¿Es gracioso no?- Le pregunto a un pequeño pez que no alcanzó a tomar del chorro, este se me queda observando, perplejo, tal vez confuso, ante tan irracional pensamiento.




"Ante una sobredosis de ideas, que mejor que escupirlas"
Mario Ovies Gage.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Mario. Hace tiempo que no léi una de tus obras. Me gustó mucho una historia tan personal. ¡Sigue así!

Atte: Rubén

Valkeiser dijo...

Excelente alegoría, perfecto el toque surrealista. Irónico como el agua suele ser usada para lo infinito, siendo tan escasa en la actualidad.
Qué decir, un escrito plenamente idealista, con gran engoque optimista. En lo personal, sabes mi opinión sobrelas posturas optimistas/pesimistas, así que no hablaré de ello.
El uso de alegorías es simple, nada pretencioso, agradable, entretenido. Un texto que claramente te envuelve, dicho vulgarmnete, se deja leer.
Como siempre, no sigas así, sé mejor...

D dijo...

awww..que bonito... que bonito escribes..

y la frase del final tambien hermosa, me encantó

Anónimo dijo...

Este soñador la escribio en honor a la mujer de contrastes, cien porciento inspirado en ella =)

Ponxo dijo...

Magnífico. Me encanta la forma en que te imaginas el mundo de las ideas, siempre usamos el agua. El agua es muchas cosas, tiene muchos significados, y los tendrá siempre, aunque algún día se sequen todas las cuencas, ríos y mares que corren el día de hoy, bañando las tierras que tanto nos ocupamos en secar.

Felicidades.