martes, 17 de febrero de 2009

"El límite del amor"


“El límite del amor”


Un frío desgarrante azolaba la ciudad. Las ventiscas congelaban las calles, los techos de casas y coches se encontraban cubiertos de una fina capa blanca. Las familias se encontraban resguardadas en la comodidad del hogar, calentándose ante las chimeneas. Un invierno tardío, noche de luna llena, la ciudad era un fantasma, los faroles de las calles se habían apagado por el fuerte viento. Contra todo esto, un ser caminaba por las oscuras calles, dejando sus pisadas en la nieve. Vestida con harapos y zapatos desgastados, una mujer caminaba por las muertas calles siendo ella la única forma de vida en la distancia. De una mirada perdida y una belleza extinta, una mujer de pellejos y huesos, se aferraba a lo poco que le quedaba, resistiendo el frio y el embate del viento, se tambaleaba por la poca fuerza existente en ella, pero luchaba, se mantenía en pie con un fuego que calentaba su interior.

En sus manos, la mujer sostenía algo, pegándolo con fuerza contra su pecho para que la naturaleza no se lo llevara. Era un pequeño bebé, pronto cumpliría las dos semanas. Estaba sano, a diferencia de su madre que pronto moriría. La vida de la mujer se veía reflejada en su pequeño de cachetes gorditos, rosas, unos risos deslumbrantes y una sonrisa angelical. Era el amor por la creatura lo que la mantenía viva, caminar por esas calles, sobrevivir al frio, y conseguir suficiente comida para el pequeño había sido su tarea en los últimos días, olvidándose de su propia existencia. El pequeño era lo ultimo que le quedaba, una plaga había matado a gran parte de la población, incluyendo a su esposo, el banco se había quedado con su casa ante la imposibilidad de pagarles. Ahora ella estaba sola, sola con ese pequeño ser, ella no quería más, era lo único que necesitaba, ver su sonrisa, ver esos ojos brillantes, sentir su calor, observar su pequeño cuerpo, vivir atreves de su mirada.

El recorrido había sido largo, cruzar la ciudad, sobrevivir a las miradas discriminantes de la gente, sobrevivir a las agobiantes noches. Todo para encontrarle una vida mejor a su hijo, desprenderse de su última atadura, salvar a ese ser que tanto amaba. Esa idea la consumía, dejar a su pequeño en manos extrañas, sin saber si sería aceptado, sin saber si seria tan amado como ella lo amaba. Esa simple idea la partía en corazón, ella quería compartirle tantas cosas, quería contarle sobre su padre, sobre la primavera, las flores, el mar, sobre la vida. Tantas cosas de las que se perdería si no pasaba el invierno. La decisión le dolía, ella quería algo mejor para su hijo, algo mejor que una muerte en el frío.

Acababa de llegar a donde las calles tenían empedrado, las casas lucían mejor aspecto, altos pinos decoraban las avenidas. No era una zona rica, ni tampoco pobre. Era de la clase de gente de donde provenían, una clase media trabajadora, orgullosa de sus logros, carismática y humilde. Era lo mejor para el pequeño, esta gente lo querría, la mujer se había fijado en su elección, le costaba desprenderse del pequeño, pero era lo correcto. Abrió una rejilla de madera, entró a la propiedad. Se encontró frente a una casa de madera, de grandes ventanas, pintada de blanco se perdía con la nieve. Se plantó frente a la puerta, se quito los mejores harapos que tenía, lo que en su tiempo fue un suéter y una chamarra, envolvió al pequeño. La mujer comenzó a temblar, en una parte por el incasable frío y en otra por la tristeza que inundaba su cuerpo. Ese pequeño era el sueño de su querido esposo y ella, un pequeño varón, sano, con los ojos del padre y el rostro de la madre. Todo lo que unos padres desean, le habían entregado todo su amor. Habían luchado por darle todo, y habían perecido en el intento. La mujer dejo caer unas lágrimas, que al caer penetraron la capa de nieve. De su cuello tomó lo único que le quedaba de valor, un pequeño relicario de oro, con una bella cadena que puso alrededor del pequeño. La mujer asentó cómodamente al pequeño para que este no despertara. Su corazón había cruzado todo límite conocido, tomó toda fuerza existente en ella, se levantó y tocó la puerta con fuerza. Se escucharon ladridos y voces. La mujer retrocedió con rapidez y salió de la propiedad. Volteó por última vez, vio a su pequeño. La puerta se abrió. La mujer desapareció en la noche.

Una pareja salió junto con su perro, este salió corriendo para olisquear el extraño objeto. La pareja se aproximó y se detuvieron ante los llantos del pequeño. La mujer gritó.
-¡Un bebé!- Se agachó y lo tomó entre sus brazos.
-Dios nos lo a enviado- Exclamó su esposo. Obervo en todas direcciones en busca de quien lo hubiese dejado. No encontro a nadie, voletó a ver a su esposa y le dijo-Entremos y abriguémoslo bien-
La pareja lloraba de alegría, dieron la vuelta y se dirigieron de vuelta al calor del hogar. Una persona observaba el suceso al otro lado de la calle, en silencio las lágrimas recorrían su rostro. Ahora el pequeño bebé se encontraba en brazos de un nuevo padre y una nueva madre que lo amaban, se encontraba entre cobijas calientitas, a la luz de la chimenea. En su cuello colgaba un pequeño relicario que al abrirse mostraba la imagen del amor pasado, un señor de ojos brillantes y una mujer de rostro angelical protegiendo entre sus brazos a un pequeño.


La ciudad murió de nuevo, las huellas que la mujer dejaba en la nieve desaparecieron al llegar una nueva ventisca. Una luna ajena observaba la noche desde lo más alto del cielo. Las calles y casas se encontraban cubiertas por una capa blanca, una ciudad dormía azulada por un frío desgarrante.

11 comentarios:

mikelo22 dijo...

diré q no me desagrado pero no encontre originalidad. Sin duda está bien que hayas representado el amor de diferente manera pero es algo .... Trillado. El bebé abandonado aunque funcionó en benjamín button hhahahaa bueno.... Supongo q aún así me inspiró a escribir. Y perdón el comentario pesimista! Hahahas se q puedes dar mejor

Kbra dijo...

Me siento como el espectador, viendo toda la historia, sintiendo la agridulce emoción de ver al niño, en una buena familia que lo estaba esperando, pero que nunca sabrá sobre sus verdaderos padres y la madre que seguramente morirá sin ver crecer a su hijo... ;-;

Anónimo dijo...

Bueno, trataré de darte una opinión objetiva... La trama trillada, el tema sobre-explotado, de esfuerzo simple, con gran intento de envolver pero fallido en el intento. No es tu peor, aunque se acerca.
En cuanto a la redacción me pareció igual, poco diferente en cuanto a los anteriores. La ortografía mejoró y el manejo de "punto-coma" es variado.
No me gustó ni me desagradó, solo te puedo decir que no sigas así, sé mejor...

Anónimo dijo...

me agrado,debo decir que no de mis favoritos, pero es un tema escuchado antes como dicen aqui los demas, me agrado que sigas escribiendo sensillo, simple pero bonito =P.

pd. no estoy segura si hay podemos pedir/sugerir no se... jajaja, sabes que espero again algun cuetecillo romantico ;) i love them.

Ponxo dijo...

Y dijeron los nuevos padres: Dios nos lo ha enviado, la cena de navidad que necesitábamos.
8D

jajaja... nah, ntc... sta trillado el tema, pero me gusta como lo escribiste. Aunque pudo ser mejor.
Y la verdad, puse lo primero, para sacar la cursilería de mi interior...

Mejora wei, mejora ;)

Saludos.

Anónimo dijo...

ea ovi me gusto pero no me fascino,tal vez no lo senti muxo xk aki en merida no neva ,peo no lo noto mal :) felicidades!!!te kiero un abrazo ovi tc .kari verdina

Lilith dijo...

Pues ami si me gusto, diran que es trillado,pero yo creo que esta bien escrito, actualmente muchos escritores entre mas rebuscados y raros se creen mejores, pero a muchos les falta esta sencilles, esta frescura que tu le imprimiste al relato, no es ñoño, no es oscurisimo, ni cínico, esta bueno, además como mujer si me identifico, sobre todo porque conoci a alguien que vivió ese pedo, y si es muy neta lo que escribes.

D dijo...

no pude leerlo, la combinacion de grises me mareó.. :(

D dijo...

ah ya.. ya pude jajaj es que las computadoras de la escuela son un asco..
Pues yo creo que el arte es muy relativo, no por que a ekiz no le guste signifca que no es bueno.. pero bueno esa es muy mi opinion..

D dijo...

me puedes escribir a desadaptada.social@gmail.com

:D un beso

Anónimo dijo...

TRILLADO..... EL AMOR DE UNA MADRE NO PUEDE SER DE ESA FORMA,ME PARECE BUENO,TIENE EL ELEMENTO QUE TANTA FALTA HACE EN ESTOS TIEMPOS LA ESPERANZA Y UN FINAL FELIZ. FELICIDADES. TIENES MADERA.