domingo, 1 de febrero de 2009

"Pánico escénico"

" Pánico escénico "

El auditorio estaba repleto.
-Compañeros y compañeras, padres de familia, maestros, público en general- Así daba inicio a su discurso el maestro de ceremonias. Era el evento de clausura, a unas cuantas horas de nuestra cena de fin de curso. Yo estaba ahí, a un ladito del pódium, sentado, esperando mi turno para pasar. Este año me había tocado a mí dar esas palabras de aliento, recordar lo que había sido nuestro paso por este año, recordar lo bueno y lo malo, alentar a mis compañeros a seguir adelante, a mirar hacia el futuro en base a nuestro pasado.

Todos vestían de gala, terminaba un ciclo más en nuestras vidas. Amigos, amigas, compañeros, maestros y nuestros padres se encontraban ahí, acompañándonos en nuestro momento, estando a nuestro lado en el momento de gloria. Todos gozaban, reían, platicaban, y yo, estaba ahí, sentado, esperando mi turno, esperando el momento en que me tocara pasar, y por eso, me temblaban las manos, por eso sudaba, por eso yo no reía ni gozaba del momento. Yo estaba ahí de lo más nervioso, de un momento a otro colapsaría, mientras todos disfrutaban yo me preocupaba.

Llevaba mi saco, lucía bien. Estaba bien peinado, el gel brillaba en mi cabello. Mi compañera a un lado, llevaba un vestido de gala, escotado, de un negro profundo. Igual lucía bien, por muchas razones mejor que yo. Ella no estaba pálida, y claro, no sudaba.
-¿Estas bien?- Me preguntó algo consternada por mi apariencia.
-Sí, no te preocupes, solo ando un poco mareado- Le dije para calmarla, pero no callo en mi engaño.
-No te preocupes, solo será un momentito-
-Gracias- Me salió de corazón, pero aun así, muchos lo habían intentado antes de ella, mis padres, mis amigos, uno que otro maestro con el que me topé, y todos, habían fallado, yo era un espejo en esos momentos, todo lo que me dijeran, se les reflejaba.

El maestro de ceremonias termino de hablar, era mi turno, se escuchó mi nombre atreves del micrófono. Era el momento.
-Todo saldrá bien- No le preste atención a sus palabras, me puse de pie, camine despacio hacia la escalinata. Volteé a ver a los encargados del audio, a los miembros del staff, a los maestros organizadores, vi a mi compañera que me alentaba a subir. Me tragué mis nervios, me maree de momento.
El pódium estaba lejos y cerca a la vez. Los pies me fallaban, tragué saliva y subí los escalones. Todo pasó de momento, caminaba, metí mal el pie. Me encontré de cara con el suelo, risas murmullos, sonidos que llamaban al orden y al silencio. Una fuerza interna me obligo a levantarme, movido por la inercia me acomodé el saco y la corbata, caminé rápidamente para colocarme ante el pódium.

-Uhum, uhum- Aclaré mi garganta, ya no podía desplazar mas lo inevitable, debía comenzar. –Compañeros y compañeras- Mi voz salía bien, no me atoraba,-Amigos y- Me callé, mi burbuja de perfección estallo, algo no estaba bien. En el público comenzaba de nuevo el murmullo, un muchacho del staff se me aproximó.
-Está fallando el sonido- Mi mundo se colapsó por segunda vez, apenas y me mantenía en pie, sonreí para mis adentros, ¿acaso algo más podría salir mal? Uno nunca se debe formular esa pregunta, ni siquiera pensarla. La experiencia habla, lo del sonido no se solucionaba y la gente comenzaba a irritarse, tenían hambre, hacía calor, nadie los podía culpar. El equipo de staff hacia todo lo posible, mientras que yo, me encontraba de pie frente al pódium, con una sonrisa nerviosa en el rostro, intentando llevar a mi mente a un lugar mejor, a un lugar feliz, lejos de esa pena a estar ante a una multitud sin hacer nada, sin poder hacer nada. El ruido iba en aumento, los llamados al silencio habían parado. Todo signo de optimismo en mi ser había desaparecido, esa tarde sería eterna, y quedaría fijada en mi mente para que la recordara por la eternidad.

La noche anterior no había podido dormir, era común que a mi me pasara eso, un intento fallido en una oratoria, un mal inicio en un debate. No soy de los que pelean al frente del campo de batalla, soy más cauteloso, más bien un estratega. Pero estoy aquí, nervioso, tal vez ansioso, esperando un milagro y que esto acabe, todo para qué, todo por intentar vencer mi miedo, todo por demostrarme que podía vencer al llamado pánico escénico. Y lo estaba haciendo muy bien, caerme, sudar y tener la apariencia de un muerto, además de encontrarme solo, ante el pódium sin sonido para proseguir. No fue mucho tiempo, aunque para mí y el público nos pareciera una eternidad.
-Uno, dos, tres, probando, sí- El audio había regresado, todos suspiraron llenos de júbilo, el castigo divino había terminado para unos, pero para mí, para ese ser, entre vivo y muerto, vestido de gala, ante el pódium, el castigo debía proseguir y claro que prosiguió.
-Comp,- Mi lengua se atoró, no salían las palabras, como en una pesadilla, no salía sonido alguno de mi boca. Respiré hondo. Yo era más que esto, yo podía con mi miedo, no él conmigo. La voz regresó, pude continuar con mi discurso, la gente guardo silencio, una brisa refrescó mi cuerpo.

El mareo se fue, me encontraba ante esos escalones, el maestro de ceremonias bajaba las escaleras.
-Suerte- Me deseó eufórico.
-Lo hiciste muy bien- Le conteste con una sonrisa. El color regresó a mi rostro, la audiencia me esperaba, limpie el sudor de mi frente. Conté los pasos hasta al pódium. Mi voz circulaba por mi garganta, el audio era perfecto, el público escuchaba atentamente. Se escucharon los aplausos al decir las palabras finales. Dejé el micrófono en su lugar, me había inspirado en el acto, las palabras salieron directamente de mi alma, del corazón. Me separé del pódium y bajé las escaleras entre aplausos, mi compañera estaba ahí, con una mirada llena de brillo.
-Suerte- Le dije con una sensación de gloria-
-Gracias, lo hiciste muy bien-

5 comentarios:

Ponxo dijo...

Quiero conocer a la compañera del escote :D

XD

Interesante. Cuando nos imaginamos cuán mal salen las cosas, para que al final salgan bien. Suele ser al revés. Nos imaginamos las cosas como cuentos de hadas, y luego nos golpea la realidad. Creo que voy a cambiar mi forma de preveer las cosas.

Saludos.

Juan Pablo Galicia dijo...

Lo mismo que Ponxo jaja, es verídica la experiencia?

O ficticia basada en situaciones de gente cercana, eh?? jaja, porque de repente me sentí demasiado reflejado en cierto momento.

tub:

Anónimo dijo...

Interesante historia... Convincente, envolvente, me atreveria a decir que es veridica para algunos.
Volviendo a lo de siempre: algunos errores de ortografia, gramatica, etc.
La trama sencilla, lo suficiente para no exagerar y aun asi mantenerse interesante. Me gusto el toque de la situacion imaginaria, un buen giro a la historia, como sueles hacerlo.
Como siempre, no sigas asi, se mejor...

Ferluric Corp-Zabuzzaa dijo...

sentí que estaba en la historia como publico viendo la angustia del chavo al que llamare "Mario" xDD me dejo con ganas de saber cual fue el discurso jajaja

mikelo22 dijo...

sere honesto. no me convencio, pues no me gusto todo el principio, exepto por la mencionada compañera de escote hahahaa pero eso por ovias razones pero no me ...lleno de sentimientos, lo que si me gsuto fue que al final solo fuera un nervio mas.

pd tambien me gusto eso de, no soy un soldado que va en primeria linea de batalla sino un estratega. algo asi no esta escrito textualmente pero eso si me identifico.

se que pudiste hacer mejor :P
si me pregunte y me imagine que eras tu en verdad y no un marciano con panico escenico