domingo, 25 de enero de 2009

"Soñador soñado"

"Soñador soñado"



Poco a poco comenzó el nuevo día. Los rayos del Sol iluminaron avenidas y calles. Sus rayos se reflejaban en los edificios, los techos de los carros y de las casas. La gente iba de un lado a otro, volando entre coches y camiones, por grandes avenidas o pequeños callejones, todos iban a gran velocidad. Era un día como cualquier otro. La gente iba a trabajar, el sol iluminaba la ciudad. Los coches transitaban a altas velocidades, la gente iba de un lado a otro. Nada especial.

En el piso 32 de un edificio departamental como tantos. Un sigiloso rayo de sol entró por la ventana del cuarto de David, se escurrió por un agujero en las persianas, se arrastró como serpiente por la alfombra hasta llegar a la cama, la escaló con suma cautela y la recorrió lentamente, en silencio total. Ahí estaba su rostro, recostado en la almohada, ahora iluminado por un rayo solar que se escurría por un pequeño agujero en las persianas. David se levantó refunfuñando, aun medio dormido, enojado por no haber reparado el día anterior el desperfecto. Era temprano aun, faltaban algunos minutos para que su reloj sonara indicando que ya era hora de ir a trabajar.
-Al que madruga, Dios lo ayuda- Dijo en voz alta, terminando de bostezar.
Se levantó con trabajo de la cama, se estiró y comenzó a caminar en dirección al baño. Encendió la luz, abrió la manija de agua caliente para dejar correr el chorro y que se llenara la tina. Se quitó la camisa, quedando semidesnudo volteó a verse al espejo.
-Me gustaría ir hoy volando al trabajo- Bostezó de nuevo terminando en una clase de suspiro. Volteó a ver de reojo a una de sus blancas alas, luego se observó de nuevo en el espejo. Se encontró con un hombre bien parecido, alto, delgado y de tez morena. Con dos enormes alas blancas de plumaje blanco, un ángel caído suspiraban algunas mujeres. Las extendió para poderlas contemplar mejor, la habitación quedo en las sombras. Contemplo la figura que se formaba en los espejos, sus ojos color de olivo resplandecían en la sombra. Su plumaje blanco, sus inmensas alas, en las sombras era un demonio, a la luz del sol un ángel. Guardo sus alas, la luz lo iluminaba de nuevo, se observó por última vez en el espejo.

El día era caluroso, el sol brillaba en las alturas, la ciudad se encontraba llena de vida, coches circulando, gente volando de un lado a otro, disfrutando del calor, disfrutando del sol. Una vez que David estuvo listo salió al balcón, respiro profundo, dejándose llevar por el olor de la ciudad, el olor de lo árboles, de la humedad, del humo creado por el motor de los coches. Hoy sería un gran día, eso nadie se lo podía negar. Alzó la mirada al cielo, extendió las alas, subió al barandal y se lanzó. La fuerza de gravedad lo jaló. Extendió las alas y con un aleteó comenzó a volar. Con delicadeza y gracia efectuó su vuelo, hacia arriba y hacia abajo, un aleteó perfecto, exacto.

El camino al trabajo estaba muy transitado, un día soleado era igual a mucha gente deseosa de estirar las alas. Gran parte del año llovía, así que hoy era un día especial, y un día especial era igual a problemas viales. Pocos habían pensando en ese probabilidad, aunque todos los años pasaba lo mismo con los días soleados, la gente se olvidaba, aun así unos cuantos no, habían preferido sacar sus motos o sus convertibles, todos buscaban de alguna manera aprovechar el suceso. Aunque hubiese tráfico aéreo la gente sonreía y se mantenía de buen humor. Lo que el sol y el aire fresco podían hacer con la sociedad.

La empresa en que trabajaba David tenía sus oficinas en un viejo edificio cerca del centro de la ciudad. La empresa para la que trabajaba producía toda clase de productos para las alas y la comodidad de sus clientes. Desde artículos de limpieza; tales como insecticidas, shampoos, tintes de todos los colores. Además de accesorios para cubrirlas; para el frío, para plumas delicadas, para días calurosos. La empresa era una de las más ricas y poderosas, era un monopolio de su rubro, la primera y la única. No cualquiera trabajaba en ella, o eso se decía a si mismo David, el era feliz con su puesto. El ejercía como jefe de diseñadores, innovaba la imagen de los productos viejos y creaba lujosas e imaginativas presentaciones para los nuevos. Era feliz con su vida y su trabajo, lo tenía todo, o mejor dicho, casi todo. En ese momento entró a su oficina una de las diseñadoras de su equipo, lo que le faltaba para que su vida fuera perfecta, Beatriz, de alas pequeñas y relucientes, plumas perfectamente ordenadas, alisadas y perfumadas, que van dela mano en completa armonía con su delicado cuerpo, de cuidadas facciones, cintura perfecta y piernas talladas por los mismos Dioses. Una verdadera obra celestial, de ojos obscuros y cabello castaño, delicada a simple vista pero fuerte de espíritu. David moría por ella, suspiraba cada vez que la miraba, soñaba con esconderse entre su plumaje, cubrirla entre sus alas y besarla apasionadamente. Llevaban poco tiempo saliendo, pero cada vez que se veían era como si fuera la primera vez. Hoy la invitaría a cenar y así concluiría su gran día, todo saldría bien, seria un éxito.

El trabajo para la compañía no era nada del otro mundo, ni nada imposible de realizar. Los horarios eran accesibles y el trabajo que realizaban no era una gran carga. David y su equipo de diseñadores; Miguel, Beatriz, Leonor y Rodrigo creaban maravillas. Desde una nueva imagen para el shampoo anti-pulgas para plumas, hasta los infomerciales de la mayoría de los productos que ahí se producían. Por algo eran el equipo mejor pagado, que mas podían pedir. Bueno, David solo podía desear una cosa y eso era el corazón de Beatriz. Ignorando lo que la gente pudiera decir David se había lanzado en la ardua cruzada de conquistarla; le compro flores, chocolates, accesorios, peluches y hasta lujosos vestidos. Beatriz le correspondía a todos sus halagos, ambos estaban contentos, así que en el momento en el que el la invitó a su departamento a cenar, ella aceptó.

La cena fue todo un espectáculo romántico. Velas por doquier, una cena suculenta, rosas en la mesa, además ambientado por una música seductora. Ambos terminaron de pie, bailando al compás de la música. El la rodeó con sus brazos, la acogió entre sus alas. Tomo su cintura, acarició sus mas finas plumas. La música cambió, se volvió más prendida y con ella el ambiente, su danza se acopló al ritmo de la música, se transformó en una especie de ritual, lleno de movimientos rítmicos, figuras circulares trazadas con el ondular de sus alas completamente extendidas, una danza parecida a la del pavorreal. El rito terminó, estaban listos, un beso pasional, una que otra caricia, que termino en un juego entre las sábanas, entre plumas, un lecho iluminado por las velas y la luz lunar que se escurría entre las persianas.

Un fuerte dolor de cabeza lo despertó, se levantó de la cama. La silueta de Beatriz se encontraba a su lado, iluminaba su contorno el primer rayo solar del amanecer. Su plumaje, de lo más fino, ahora desordenado brillaba cálidamente, resaltaba igual su bello cuerpo entre las sabanas. Se alejó de la cama en total silencio para no despertarla, evitando las pequeñas velas que se encontraban en el suelo ahora totalmente consumidas. Todos los relojes se detuvieron mientras el seguía su paso hacia el baño. El tiempo se detuvo para comenzar su marcha atrás. El sol se metió de nuevo, las velas revivieron, la habitación cobro vida al son del Tac-Tic de los relojes, que retrocedían a gran velocidad. La luna volvió a aparecer, la habitación se encontraba ahora iluminada por las rejuvenecientes velas. El tac-tic continuaba su frenética marcha. Las velas se apagaron al quedar como nuevas, la música paró, la luna terminó su recorrido y salió de nuevo el sol. Ya era hora, giró la perilla, entró de nuevo al baño. Se miró por ultima vez en el espejo. Se escucho un tic, luego un tac. Un tic-tac. Observó esas hermosas alas, suspiró. Eran de nuevo las ocho de la mañana.
-Me gustaría ir hoy volando a trabajar- Dijeron los dos, al unísono, como si fueran un mismo ser, cada uno a su lado del espejo.
-Como me gustaría tener alas y poder volar- Dijo de nuevo, esta vez para sus adentros.
Tomó su baño con el agua bien caliente, se vistió y salió del baño con energías renovadas.
-Para que quiero volar, si me puedo teletransportar- Cerró los ojos. La habitación quedo vacía.
Dentro del baño habían tres espejos, donde uno le reflejaba al otro una distinta realidad. Del otro lado de uno de ellos, David soñaba con un día volar, en otro David soñaba con un día poder soñar, en otro David soñaba con un día despertar y así poder llegar temprano a trabajar, sin saber que ya era tarde.

12 comentarios:

© ª я ! ∂ ª ∂ dijo...

¡Fascinante!
Me atrapó el momento en el que él mostraba sus alas... pero terminó de encantarme cuando supe que todos tenían, fue una emoción indescriptible...

Felicidades Mario, lo has hecho de nuevo xD

Besos
Ciao!!

Juan Pablo Galicia dijo...

Jajaja
Me encantó, punto.
:)

Ponxo dijo...

Me cago en ti. Es muy bueno. ;)

Yo sueño con un día hacer realidad mis sueños.

Anónimo dijo...

oviius!!! just love it
genial, G.E.N.I.A.L!

Ferluric Corp-Zabuzzaa dijo...

Creo que las palabras sobran, sólo basta tomarse un tiempo para soñar y ser quien eres...

Felicidades Ovi

Anónimo dijo...

that's my song!
dany

Anónimo dijo...

Es curioso como usado en cierto contexto el decir "volar" parece lo más normal. Conforme fui avnazando me di cuenta que es del tipo de cuentos de los cuales siempre crees saber el siguiente paso y te equivocas. Muy bien hecho Mario.

Atte: Rubén

Anónimo dijo...

que ondas primo,este es un cuento muy bueno que creo que entra en la categoria del realismo magico me gusto mucho especialmente el final contodas esas realidades. bueno felicidades y sigue asi

attte claudio

Anónimo dijo...

Creo que es de los mejores escritos (tuyos) que he leído...
Me gustó la forma en que usaste el surrealismo para contar la historia: los alados, el volar, el tiempo hacia atrás. Pero más allá de la fantasía, me gustó la complicación, el reflejar los problemas (o tus problemas) en la historia.
La historia, cautivadora, el final, meramente explicativo pero aceptable.
Para terminar, te digo: NO sigas así, siempre se puede mejorar...

mikelo22 dijo...

nose que pedo, hahahaha si me gsuto pero nose! hahahaha sin duda el regreso en el tiempo me gusto, pense que se hiba a morir cuando se tiraba haciendo mil pedazos su cabezita hahahaha nose.....uno soñaba con despertar.... eso me gusto

Rocío dijo...

wow!!!!
Está muy padre y bonito, en serio!!!

=')

Rupert dijo...

Me gusta, sollada tu esencia imaginativa. Un abrazo desde Colombia, a este ser de ficción que también sueña con escribir. Gracias por la pausa para poder imaginar.